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Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2018

Volvió a ganar el amor

Rogelio tomó la mano de Lidia, la llevó suavemente hacia su pecho mientras sus miradas se encontraban y comenzaron a bailar. Sonreían como aquel enero de 1978. Al compás de una balada romántica, familiares y amigos atestiguábamos el momento: mis tíos Lidia y Rogelio celebraban 40 años de casados. Aunque yo no asistí a su boda, ayer me pareció que se veían tan contentos y enamorados como el día en que se juraron amor hasta la muerte. Los observé con sorpresa y admiración. Mis tíos Rogelio y Lidia celebrando cuatro décadas de amor. ¿40 años viendo todos los días a la misma persona? ¿40 años de aguantarse? ¿cómo? pensé. Me suena a una locura. “Es que no te has enamorado” dice mi mamá cuando le pregunto su fórmula para que ella y mi papá sigan unidos después de casi 35 años. Su experiencia la avala, así que es posible que haya algo de cierto en sus palabras. Lo que me llama la atención, es que aún existan parejas que con tanto tiempo de ser esposos, les sigan bri...

El callejón más estrecho de Guanajuato

Si algo caracteriza a la Capital, son sus callejones. Se estima que en la ciudad hay unos mil 850 que serpentean las viviendas cuevanenses desde el centro histórico, hasta el margen de la mancha urbana. Pero de entre de ese matiz de estrechas callecitas, hoy me topé con la más angosta de la ciudad. Es el callejón De Los Changos, situado en los alrededores del Jardín del Cantador, prácticamente en el corazón de Guanajuato. Su longitud apenas alcanza unos 50 centímetros de ancho y 3 metros de largo. Está tan inclinado que hay una cuerda instalada en la orilla que sirve para escalarlo. Foto: El callejón De los Changos, el más estrecho de Guanajuato. Y es que subir pone a prueba la  condición física. Prácticamente hay que trepar para corroborar por qué lo bautizaron con ese nombre. Al pie de la entrada, tiene un mini barandal que sirve de puerta, que pone en duda si se trata de un lugar público. Como sea, hoy el acceso estaba abierto. De los changos ...

Nostalgia dominical

Conducía por la carretera rumbo a casa... y otra vez apareció la 'cochina' nostalgia. Recientemente (3 años quizá), esa sensación dominical se aparece como rutina a la que no me puedo acostumbrar. A la nostalgia le veo cara de atardecer. ¿O el atardecer tiene rostro de nostalgia? Yo no sé,  pero la incomodidad que me provoca parece sincronizarse con la puesta del sol.  Descripción gráfica de la nostalgia. ¿Pero nostalgia de qué?, me pregunto en un tono que a veces siento que me regaño. Hasta ahora no tengo respuesta. Mis hipótesis van desde recuerdos del pasado -quizá- de personas, momentos, edades, hasta a las soledades... pero siempre los domingos. ¿Por qué no aparece el sábado, o el martes? Esos días podría quizá podría camuflarse entre una salida al cine, o la jornada laboral. Pero no, p arece un requisito para terminar la semana.  Antes pensaba que sólo me ocurría a mí. Dos amigos me compartieron que también les pasa: uno de ellos me dijo hace...

°°DÍAS CABALLEROSOS°°

Hoy fue un día caballeroso. No sé si hay pocos días como hoy, o no pongo atención, pero a lo largo del miércoles, me topé en varios momentos con personas amables. Por la mañana, camino al trabajo, un señor me abrió paso para poder sentarme en un asiento libre del autobús que yo no había visto. De regreso a casa, en otro camión repleto, un pasajero me cedió su lugar. Cuando me bajé de ese colectivo, el chofer de otro camión urbano se detuvo obligando a los autos de atrás a pararse para que yo pudiera atravesar el bulevar. Lo hice con la confianza de que el vehículo pesado era mi escudo. Foto: tomada el día más caballeroso que quizá haya tenido de extraños. Para entonces este tercer gesto del día me sorprendió y levanté la mano para agradecerle al conductor. Por la tarde, salí al súper y al entrar al estacionamiento, un hombre que subía a su coche, a escasos metros de la puerta, me chifló para avisarme que iba a salir, para que yo pudiera ocupar ese ...

Casarse a ciegas

"¿Era la primera vez que se veían y ese día se comprometieron?" Le pregunté sorprendida a Celine , una religiosa hindú amiga de mi mamá, que estaba de visita. Me contestó afirmativamente con su acento peculiar, en un tono muy seguro. Mientras, deslizaba su dedo por la pantalla del celular para enseñarme la foto de su sobrina menor de 25 años, que posaba junto a un chico de la misma edad, durante su ceremonia de compromiso en Tamil Nadu, India; el mismo día que, efectivamente, era la primera ocasión que la pareja cruzaba miradas. Luego me explicó que en la India, independientemente de la religión (su familia es católica), los padres de los novios acuerdan los matrimonios sin consentimiento de los hijos. Es decir, sin oportunidad de que conozcas al que será tu compañero para toda la vida (porque allá el divorcio no es común); no hay ni un “caliz” para ver si hay química.  En pocas palabras, si no te gustó tu prometido, ya te amolaste. Como casarse a cie...

Una "vela" de 90 años

Mi abuelita Rosita tiene casi 90 años de ser como una vela. Se llama Rosa Pérez Soria y nació en Numarán, Michoacán. Sangre purépecha, de raíces profundas. Morena, de complexión robusta, cabello chinito y de alrededor de 1.50 de estatura. A pesar de que no fue a la escuela, desde que tengo uso de razón la recuerdo como una mujer fuerte por dentro y por fuera. Mamá de 10 hijos, que educó junto co n mi abuelo Serapio Álvarez (q.e.p.d.). De voz dulce, pero al mismo tiempo imperativa; de una mujer que reconoce su autoridad y liderazgo. Durante muchos años, doña Rosita hizo el mejor mole, frijoles, sopa de arroz, tamales, buñuelos y tortillas que he probado en mi vida. A cualquier persona que entraba a su casa, le ofrecía un taco, de lo que tuviera. Y si no tenía, se ponía a cocinar. Mi papá cuenta que de niño, mi abuelita le salvó la vida. Él sostenía una escalera a mi abuelo mientras don "Sera" pegaba unos ladrillos. De repente y sin explicación, Rosita, le exigió a mi papá qu...