En medio del cambio es como recibí mis 32.
Con una cascada de sucesos que recientemente cada día me plantan diferentes pruebas: a veces a la paciencia, otros a la resiliencia, también al malestar y en ocasiones a la incomodidad.
No es drama ni es de a gratis. Así lo he decidido. Recordarlo me devuelve la paz.
Pero justo aquí, en este sitio en el que me encuentro y que me desafía, paralelamente me ofrece nuevas oportunidades, otras visiones que no había contemplado, nuevos sueños, objetivos que me emocionan.
Algo tengo claro: son tiempos de movimiento, de soltar amarras, de aprender a navegar con la incertidumbre, pero a la vez de tomar las riendas con el coraje que se merece vivir la vida.
Agradecida con Dios por la salud, mi familia, amigos, compañeros y todos los que me han regalado en algún momento su tiempo y compartido su persona, alimento para el espíritu. Gracias también por la Nuni, mi perrita fiel, quien merece no sólo una mención especial por aguantarme los últimos 3 años... sino la construcción de un monumento a la nobleza.
Porque aunque cumpla "la edad aquella, en que la certeza caduca", como dice Jorge Drexler, tengo la confianza de que también se trata de comienzos, nuevos senderos por recorrer, más aprendizajes e historias por escribir.
Ahora que lo reflexiono, sospecho que mis 32 me están llamando al cambio... pero aún más, me están retando a la EVOLUCIÓN.
FIN
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