El sábado cayó un aguacero.
Un día después, un árbol Piracanto se vino abajo en el Parque México, supongo que la tierra se reblandeció tanto que no soportó más. Sus raíces estaban desnudas, el tronco quedó en medio del paso y las hojas todavían conservaban el rocío.
Caminé unos metros y encontré un grupo de ahuehuetes inundados. En contraste con la imagen anterior, su aspecto era rebosante, las hojas brillaban y parecían felices por el efecto de la misma agua que tumbó al otro.
La naturaleza siempre es sabia: unos no están hechos para soportar tormentas, mientras que otros las aprovechan para seguir creciendo. Y tú, ¿eres piracanto o ahuehuete?
FIN
Un día después, un árbol Piracanto se vino abajo en el Parque México, supongo que la tierra se reblandeció tanto que no soportó más. Sus raíces estaban desnudas, el tronco quedó en medio del paso y las hojas todavían conservaban el rocío.
El Piracanto que cayó en el Parque México.
Caminé unos metros y encontré un grupo de ahuehuetes inundados. En contraste con la imagen anterior, su aspecto era rebosante, las hojas brillaban y parecían felices por el efecto de la misma agua que tumbó al otro.
Los ahuehuetes en el mismo sitio.
FIN
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